Otro lunes más en el que nos enfrentamos a la remota posibilidad de que haya una película que nos encandile y nos vuelva a hacer creer en el cine más friki y casposo con el que pasamos nuestros años mozos. Vestidos de gala, el Sr Grifter y yo nos decidimos a visionar una película que tenía en la recámara desde hace unas semanas: Apollo 18. El misterio que esconde la oscuridad del espacio siempre ha atraído a los seres humanos, lo que ha provocado infinidad de películas girando alrededor de los viajes estelares y de lo que posiblemente nos esté esperando más allá de las estrellas. Lo desconocido es una buena base para una película de terror y todos sabemos que el espacio tiene para dar y tomar.
Dirigida por el español Gonzalo-López Gallego, se nos presenta un hipotético documental realizado gracias a una serie de grabaciones conseguidas de un supuesto viaje a la luna en 1974, perteneciente al programa Apollo. Todo el pifostio que se lía allí hará que la NASA cierre para siempre el programa de investigación Lunar y sea una de las razones por las que el hombre no ha vuelto a la luna. Mola, ¿no?.