En Vas Tú Listo somos de los que defendemos la idea de que muchos jovenzuelos de hoy día están faltos de una buena hostia o de una buena Mili en Ceuta o Melilla. Y es que aficiones como destrozar papeleras, patear cubos de basura y cabinas de teléfono están bien si eres Pepe o un puto hooligan, pero no para los 15 añeros de hoy en día. Y es que es difícil torear con la chavalería actual sin que a uno le entren ganas de enganchar a uno de estos niñatos por la pechera, colgarlo del techo y jugar con él a Viva Piñata. Y quienes más sufren este estrés son los profesores de instituto, a quienes desde Vas Tú Listo les recomendamos este cómic con el que se sentirán tan identificados.
Escape of the living dead: Airborne
La verdad es que mirando así en frío la portada de este cómic uno puede pensar que esto es la versión embrutecida y salvaje de Viva Piñata, con ese pobre hombre ahí colgado. Sea como fuere, ciertamente hay que reconocer que debido al exitazo de la serie de The Walking Dead, los zombies vuelven a estar en la cresta de la ola, y de ahí la proliferación de cómics de esta temática. Aprovecho la ocasión que se me brinda para seguir incidiendo en la idea que tanto nos gusta cantar a los cuatro vientos desde este mismo blog, por la cual recomendamos a la gente que lea el cómic de Robert Kirkman, porque deja a la serie de TV más en bragas que Victoria Abril en sus pelis.
Paranoias aparte, vamos a centrarnos ya en este tomo que nos ocupa en la reseña de hoy, en el que el bueno de John Russo (a quien ya dedicamos unas palabrejas en este otro post), vuelve a deleitarnos nuestros ojines con una nueva escalofriante historia en la que andan de por medio estos seres putrefactos. Así que tras las reseñas de Night of the living dead y Escape of the living dead, veamos qué nos ofrece este nuevo tomo que cuenta con la muletilla de Airborne.