Siempre he pensado que entre tanto juego AAA siempre es bueno tomarme un descansito y dedicarle unas cuantas horas de mi preciado tiempo libre a esos juegos indie que, aunque no se caracterizan por un derroche a nivel gráfico o argumental, siempre ofrecen un granito de originalidad que se agradece. Y es que después de tirarme unas cuantas horas paseando por Venecia jugando al Assassin’s Creed 2 (que aunque lo empecé bastante reticente al final me gustó) me puse a indagar en mi querida librería de GOG para ver qué podía catar. En esta ocasión me dio por instalar Waking Wars, un juego del que casi no conocía nada, aunque recordaba que me gustó bastante su aspecto gráfico después de ver varios pantallazos.