Blueberry fue el personaje que, hace ya unos cuantos años, me hizo darme cuenta de que había vida más allá del cómic americano. Todo fue cuando allá por el año 2004 estrenaron la bochornosa película basada en el personaje, por la cual la gente de Norma Editorial aprovechó para sacar una reedición de los álbumes de La mina del alemán perdido y El fantasma de las balas de oro. Y no sé por qué motivo, sin haber leído por aquel entonces nunca nada del personaje, me dio por pillarlo. El caso es que fue leerlo (sin haber sido nunca gran fan de género del Western) y pensar: «Jodó, cómo mola esto, ¿no?». Ello me dio pie a empezar a interesarme por el cómic de nuestro continente y descubrir a partir de entonces lecturas muy guapas más allá de los superhéroes…
BANG! Juego de dados
Pues ya que estamos con los juegos de dados y con estos calores de finales de julio he sacado algo ligero para pasar las tardes. Con la misma idea que la de su predecesor del 2002 pero con dados, nos vamos a meter en la piel del Sheriff para poner un poco de orden. El tema del Western siempre ha tenido muchos incondicionales y con Bang! vamos a vivir la emoción de disparar a diestro y siniestro. Apareció en el 2013 gracias a Edge, un juego para 3-8 jugadores. Aunque creo que se juega mucho mejor con 4 o más. Las partidas son rápidas, 15-20 minutos. En la caja hay 5 dados especiales, 8 cartas de rol, 16 cartas de personaje, 9 fichas de flecha, 40 fichas de bala y 6 cartas de resumen.
Durango
Ya comenté hace unos poquitos días en mi última reseña comiquera que no está bien encasillarse en sólo cómic americano, ya que en Europa también se hacen muy buenas historias a nivel de argumento y de dibujo. Así que el otro día me apliqué el cuento y me hice con este tomo titulado Durango. Ya tenía yo cierta experiencia en el comic europeo ambientando en el western, ya que hace unos años me compré algunos tomos de Blueberry por la época en la que estrenaron la película basada en este personaje.
El caso es que esos cómics del gran Blueberry me impresionaron muy gratamente y tan buen sabor de boca me dejaron tanto a nivel de argumento como de dibujo que me hice con unos cuantos más, los cuales guardo en mi comicteca como si fueran joyitas. Todo esto me sirvió para ir poniendo los cimientos de la idea de que hay vida más allá del comic americano y sobre todo que hay otros géneros con muy buenas historias hechas en nuestro continente que merecen mucho la pena. Y Durango es, en mi más que humilde opinión, una de ellas…
Cowboys & Aliens
Hace unos pocos días, la nueva colaboradora del blog (Almu) me comentaba la enorme paranoia que le suponía el hecho de ver una película que mezcla a vaqueros del far west con seres de otro planeta. Pero vamos, que si uno se pone tikis-mikis con los argumentos que hay en la cartelera actual, más raro es todavía que a unos seres enanos azules se los quiera merendar un gato o que un tío gordo y fondón hable con los animales de un zoo.
Sea paranoia o no, Cowboys & Aliens está basado en un cómic de la editorial Planitum, y hace ya tiempo hice una promesa a la virgen (si es que aún queda alguna) de que un servidor vería en cine todo lo basado en el noveno arte. Y ciertamente el percal parecía inquietante, ya que al director (Jon Favreau) lo tengo en un altar desde que vi Iron Man, a mi parecer la mejor peli de Marvel. Y si el largometraje cuenta además con las actuaciones de Daniel Craig (con su sempiterna cara de mala hostia), con el gran Harrison Ford, y con una chavalita tan maja como es Olivia Wilde, el film prometía más que mi vecina del bajo dentro de un par de años.