Ciertamente no soy muy dado al género de las comedias románticas o de enredo, pero con este film hice una excepción no sólo por el hecho de que está basado en una novela gráfica de la historietista Posy Simmonds, sino también por la pedazo de potranca de la portada (Gemma Arterton, que si está más buena revienta). Y como me gusta dar siempre una oportunidad a todo lo que está inspirado o basado en el noveno arte me decidí a echar un vistazo a este film. Como nunca he leído nada sobre este personaje no puedo juzgar si es una buena o mala adaptación cinematográfica que conserve la esencia de la obra. Así que con este reseña me centraré únicamente en lo que me ha parecido el film como tal.
Como he dicho al principio, se trata de la típica comedia romántica inglesa de esas que protagonizaba Hugh Grant en sus tiempos mozos (ahora mismo caigo en que uno de los protas tiene un aire a él). Eso sí, sin duda alguna lo mejor de la peli es la antes mencionada Gemma Artenton, que para mi gusto es la actriz con el rostro más dulce que he visto en mucho tiempo (ainssss, qué guapa es).
Pasando ya a comentar un poco el argumento del film, nos pone en el pellejo de Tamara Drewe, una joven periodista que escribe en la sección dominical de un diario, y que vuelve al pueblecito donde se crió para vender la casa de su recién difunta madre. Tal y como suele ocurrir en este tipo de lugares, el regreso de Tamara está lleno de cuchicheos y chismes, sobre todo por su cambio radical de look, ya que cuando se fue de allí era una joven no muy agraciada con una nariz chunga a lo Franco Battiato y a su regreso vuelve hecha un pibón de pura cepa con napias nuevas y recién operada (vamos, una especie de patito feo). El caso es que detrás de su carita de buena y de no haber roto un plato se esconde una muchacha con un instinto innato para romper corazones y despertar oscuras pasiones (alterando la apacible vida de muchos de los residentes de esta tranquila población de una forma que ni la Loli «la Terremoto de Alcorcón» ).
Y es que como podéis ver, el film toca muy diversos temas tales como los celos, el adulterio, las profundas frustraciones de alguno de los protagonistas por la sensación de vida malgastada junto a la persona equivocada, amén de otros elementos tales como la fama y sus efectos, la degradación del ámbito rural y la peligrosa apatía de los adolescentes con mucho tiempo libre.
Esto último está representado a través de la figura de dos chavalitas residentes en ese lugar, que nos muestran el lado más dañino de los chismes y los «critiqueos» a los que son tan dados los vecinos de este tipo de pueblecitos (por cierto, una de ellas es clavada a Sergio Ramos). Y es que estas muchachitas acabarán liándolo todo con sus cotilleos y pondrán a algunos de los protagonistas en serios problemas cuando saquen a relucir a la luz pública sus engaños. Y es que estas dos criajas son lo peor que he visto en mucho tiempo y ciertamente dan ganas de entrar en la película y darlas un par de hostias a cada una para que no enreden y dejen de meterse en la vida de los mayores. Pero supongo que si uno lo piensa fríamente es una crítica que tiene el film a la cada vez más desesperanzadora juventud de hoy día gracias a los programas chabacanos de Tele5 y a las revistas del corazón
Ciertamente esta no será la única crítica que tendrá el film a ciertos estereotipos de hoy día, pues a mí personalmente me ha resultado más interesante la sátira de la mujer engañada que ha vivido siempre a la sombra del marido mujeriego y mentiroso compulsivo, que sólo sabe engañarla a la menor oportunidad que se le presenta, y que cuando le pillan con las manos en la masa sabe arreglarlo todo con mimitos y buenas palabras. Verdaderamente es un buen retrato del matrimonio cansino en el que la rutina ha invadido todas las facetas de la vida diaria.
En definitiva, Tamara Drewe es una película que creo que se deja ver si eres mínimamente dado a los films de enredos, celos, líos amorosos, malentendidos, amores despechados y «cuernacos», todo ello presentado en plan comedia romántica con ciertos toques de dramón. Como he dicho al principio, yo no soy muy dado a este tipo de largometrajes y simplemente lo di una oportunidad por estar basado en una historieta del noveno arte. Pero eso sí, sólo por ver la escena de la protagonista con esos pantaloncitos vaqueros cortos marcando culazo ya merece la pena el visionado. Ahí queda eso…