El otro día me encontré con un colega que oye menos que Van Gogh tras la traca final de las fiestas de su pueblo y cuando le comenté que iba a ver Thor 2 me entendió que iba a ver Gordos y pensó que me iba a echar la tarde al McDonalds. El caso es que como no podía ser de otra manera un friki de pura cepa como yo nunca falla a la hora de asistir al visionado de un film de Marvel el mismo día de su estreno (pues uno tiene una reputación que mantener), y con Thor 2: El mundo oscuro tampoco he faltado a la cita.
Y ciertamente amiguitos tengo que confesar que en lo referente a este film que reseñamos hoy no las tenía todas conmigo por dos simples razones. La primera es que el film anterior del poderoso Dios del Trueno no me dejó satisfecho del todo (por ciertas razones que ya comenté en su día). Y la segunda es que tras el pelotazo que supuso Los Vengadores y el hecho de poder ver a tanto personaje de Marvel reunidos en la misma película, a mí personalmente me provocó el trauma de que a estas alturas ver un film en el que salga tan solo uno de ellos me sepa a poco. Lo cierto es que a pesar de esas reticencias que tenía antes del visionado de esta cinta he de confesar a los cuatros vientos que Thor 2: El mundo oscuro me ha sorprendido gratamente…
Dirigida por Alan Taylor, el argumento de este largometraje nos viene a contar el rifi-rafe entre nuestro fornido chulazo protagonista y la antigua raza de elfos oscuros liderada por el vengativo Malekith, quien hará todo lo que esté en su mano para volver a sumir al universo en la oscuridad. Thor se enfrenta esta vez a un enemigo al que ni siquiera Odín y Asgard pueden hacer frente, y deberá embarcarse en su viaje más peligroso a la vez que personal que le obligará a sacrificarlo todo para intentar salvar el mundo.
Thor jugando al escondite inglés
El caso es que ahora muchos os preguntaréis: «¡Sí bueno chato, y qué coñe tiene ese manido argumento de un bueno muy bueno contra un malo muy malo para que te haya agradado tanto!». Pues a este respecto destacaré como elemento principal que el ritmo de la película no decae en ningún momento y los tan esperados momentos de ver al superhéroe de turno haciendo gala de sus poderes están muy bien intercalados a lo largo del metraje (pues al fin y al cabo eso es lo que espera casi todo el que acude a ver este tipo de films). En segundo lugar me ha resultado genial la forma de tratar el tema de la relación amor-odio entre Thor y Loki, donde no faltan esos momentos de tensión (en los que ambos se enzarzarían a ostias hasta matarse) ni los momentos en los que vemos que en el fondo ambos se toleran el uno al otro a pesar de sus diferencias de caracteres.
Viendo el partido en la tasca
Pero si hay un elemento que personalmente destacaría en esta nueva entrega del Dios del Trueno es ese ligero toque de comedia que tiene el film en algunos instantes, con ciertos momentos irónicos o comentarios jocosos que consiguen arrancar (o al menos esbozar) una sonrijuela al espectador. Quizás sea por ese mismo elemento por el que las películas de Iron Man (sobre todo la primera entrega) me parecen las más potables de las protagonizadas por los personajes de Marvel individualmente, debido a ese toque jocoso que aportaba el bueno de Robert Downey Jr. al personaje y que personalmente me encanta. Y francamente no me esperaba que un film protagonizado por dioses y por personajes de naturaleza onerosa y pomposa pudieran provocarme algún esbozo de sonrisa en mi rostro, pero he de reconocer que hay ciertos momentos a lo largo de la cinta en el que los guionistas lo consiguen.
«¡Melofo!»
En cuanto al plantel de actores, si me apuntaran a la cabeza con un trabuco de los de Curro Jiménez y me dijeran que he de quedarme con la actuación de alguno de ellos, sin lugar a dudas me decantaría por Tom Hiddleston en su papel de Loki, que esta vez el hombre está pletórico encarnando al dios de las mentiras. Además, aparte de las correctas actuaciones de Chris Hemsworth y Natalie Portman (que ciertamente está la tipa como para darle un martillazo bien «dao), el film cuenta nuevamente con gente de garantías como Anthony Hopkins, Rene Russo, Idris Elba o Ray Stevenson en sus respectivos papeles de rostros Asgardianos.
De paseo con el viejo
En definitiva, Thor 2: El mundo oscuro me ha resultado un film que cumple perfectamente su papel de cine palomitero de diversión pura y dura para pasar un muy buen rato. Por cierto, ni que decir tiene que a lo largo del metraje permanezcáis muy atentos a la tan esperada aparición estelar de Stan Lee y de personajes como el Capi o Korg (el hombre de Piedra al que recordarán todos los que hayan leído la saga de Planet Hulk). Y bueno, ni que decir tiene que no os levantéis de la butaca antes de que finalicen los títulos de crédito porque hay una escenita que pondrá a más de uno los dientacos largos. Así que ya sabes, si aún no has visto este film ponte una rebequita y acércate a tu cine más próximo porque pasarás 112 minutazos muy entretenidos.