Son muchos los hijos que se quejan de que sus padres son un poco nazis porque les ponen lentejas para comer tres veces a la semana, porque no les compran el iPhone 6 o la nueva Nintendo 3DS para su cumpleaños o porque no les dejan ver la porno del plus. Sí, todas esas cosas son unas cabronadas, pero ninguna de ellas llega al nivel de putada con el cual se podría calificar al comportamiento del padre de un pobre muchacho chino que seguramente nunca llegó a pensar que su progenitor estuviera rodeado por un halo de maldad hijoputesca y de tan poca humanidad que ni el puto Gargamel ese de los Pitufos, no me jodas…
Y es que este pobre chaval (un chino de 23 años mal «llevaos») resulta que era un puto «viciao de los videojuegos, de esos que se tiran jugando desde primera hora de la mañana hasta que los gatos se van a dormir. Al parecer el chiquillo pasaba de todo (de estudios, de trabajo de pibitas) y sólo quería jugar al World of Warcraft. Debido a este enorme grado de pachorra, al padre se le hincharon los cojones y lo que hizo fue contratar a sicarios virtuales para que «liquidasen» a los personajes de su hijo, en un intento por mitigar su adicción al juego. El objetivo era que el joven tuviese que empezar de cero y decidiese abandonar su adicción al World of Wordcraft y hacerse un hombre de provecho.
¿Que es una cabronada estar ahí horas y horas currándote personajes y subiendo de nivel como un puto poseso, para que luego lleguen los sicarios de tu padre y te manden todo tu esfuerzo a tomar por culo? (pues mira, no te digo yo que no). Lo cierto es que todo esto es una forma nueva de crear puestos de trabajo y de luchar contra el paro a través de World of Wordcraft y que hasta ahora no se le había ocurrido a Rajoy ni a ningún otro politicastro de por aquí. Tomen nota señores…