Como un Hobbit de la comarca me dispongo a pasear por la fina línea que me separa de Mordor (y es que los pirineos es lo que tienen, son lugares entre un lado y otro). Pues bien, hay un sitio en la frontera que es digno de visitar, la Vall d’aran, un lugar donde todo parece mucho más verde.
Las vacaciones las prefiero hacer en septiembre, pero aunque sea el último en irme, todo se acaba. Sin duda la vuelta es dura, y si regresas de un lugar donde el gris de la ciudad se transforma en verde, el reencuentro con la dura realidad es mucho peor. Entre tanto bosque, algunas veces me da por visitar algún pueblo masificado. Los pueblos fronterizos con nuestro país vecino del norte son de lo más curioso, y el caso de Bossòst es digno de estudio sociológico.
Si paseas por Bossòst y lo observas con un mínimo de atención, te darás cuenta de que está dirigido directamente hacia un público francés que pasa la frontera. Te encuentras con una calle principal llena de tiendas con cosas que deberían ser tipical spanish. Por suerte no hay gorros de mexicano, como podemos encontrar en las Ramblas de Barcelona, pero sí hay elementos típicos como los vestidos de Flamenco, las camisetas de fútbol del RM y FCB, los toros, étc…, y además podemos encontrar alcohol a litros. Cualquier tienda que se precie y quiera hacer negocio tiene botellas de licor para el consumo francés. Sin cortarme un pelo saqué mi cámara para hacer unas cuantas fotos.
La verdad es que encuentras cosas como botellas de Absenta en muchas tiendas que aquí no las ves en cualquier supermercado. Lo mismo los vecinos del otro lado piensan que si bebes unas cuantas de estas puedes ver duendes verdes como dice la leyenda urbana. En la redacción de Vas tú listo, podemos asegurar que es falso. Después de bebernos una botella entre los cuatro nos dimos cuenta de que a los frikis se nos aparecen orcos del World of Warcraft.
Cámara en mano pasé cerca de una guardería pública, y me llamó la atención el papel que tenían colgado en la puerta.
Esto sí que es gordo, aquí llegas tarde y te quedas en la puta calle. Además ya te avisan que no llames a la puerta o al teléfono, menudos tíos cachondos.
Dí que sí, lo mejor de las vacaciones es pimplarse una buena botella de Absenta Negra. Eso borra todos los malos recuerdos… bueno, me corrijo, eso borra todos los recuerdos xD
Lo de la absenta esta bien, pero mejor es que no te dejen entrar cuando llegas tarde, buff si eso pasara en mi curro estaría solo la señora de la limpieza los lunes y jueves.
Espero que la escuela no sean 200 niños porque si hay un incendio se queman 199 casi seguro,que puerta mas pequeña.
Un dia de estos tengo que ir a la Vall d´aran,aunque viendo esto casi que se me quitan las ganas.Curiosos los lugares donde te venden souvenirs que no tienen nada que ver con el lugar.Ideales para hacer colecciones cutres y para poner sevillanas encima de la tele.Bueno,ahora ya no,que entre que cada vez son mas planas,y que ahora suelen tener algun cacharrico encima,ya no es lo mismo hoygan.:D
Por suerte la Vall D’aran no es Bossòst, siempre hay algo imperfecto dentro de la perfección.
¿No esta en la Vall d´aran?Había dado por sentado que estaba ahí.No he estado nunca,y no me he preocupado de saber los nombres de las poblaciones de ahí.Mil disculpas.
El cartel ese de que no dejan pasar,suele estar en las guarderías pequeñas,para que los niños no se revolucionen cuando llaman a la puerta o entra y sale gente.
Si, si que está, lo que quería decir es que la esencia de la Vall d’aran no es Bossòst. Por eso lo de imperfecto dentro de la perfección.
Bueno,eso es como todos los trastos que venden en según que sitios de playa,mientras que en otros no ves una sola tienda donde vendan tonterías.