Al leer eso de Velvet, las pocas chavalas que puedan frecuentar este humildísimo blog se habrán empezado a frotar contra el pico de la puerta como si fueran osos al pensar que hoy vamos a dedicar unas palabrejas a la serie aquella de Antena3 en la que salía el chulazo llamado Miguel Ángel Silvestre, quien suele poner a las niñas brutotas y provocar algún que otro sofocazo cuando sale en tetas en la pequeña pantalla.
Pero no queridos amiguitos, el Velvet del cual vamos a hablar hoy no tiene nada que ver con este movidote, sino con cierta novedad comiquera que nos ha traído hace unas semanas la muchachada de Panini Comics y que todos los fans del gran Ed Brubaker estábamos esperando locamente (pues desde que leí Sleeper he de reconocer que tengo a este tío puesto en un altar). Por cierto, aprovecho esta ocasión que se me brinda para decir que si no has tenido el grato placer de catar Sleeper, aparte de merecerte dos ostias, ahora tienes la oportunidad de solventar tan craso error gracias a la reedición que nos traerán los chicos de ECC a partir del mes de mayo…
Me imagino que cualquier friki del noveno arte se regodea en su crapulencia ante un cómic formado por la dupla compuesta por Ed Brubaker y Steve Epting, quienes revitalizaron en su día la serie del Capitán América, crearon al Soldado de Invierno y enviaron a la muerte al Centinela de la Libertad. El caso es que ahora nos sorprenden nuevamente con Velvet, una historia que parte de la base de que el mejor espía del mundo ha sido asesinado y todas las pruebas apuntan hacia Velvet Templeton, la secretaria personal del director de la Agencia. Pero Velvet tiene un secreto oculto, porque bajo esa apariencia de mujer apacible se esconde una personalidad muy peligrosa…
Este cómic sirve para demostrarnos una vez más que el bueno de Brubaker se desenvuelve como pez en el agua en los cómics de temática de género negro y en argumentos repletos de elementos del mundo de los agentes secretos y del espionaje. Y es que Velvet es una de esas historias en las que a nuestra protagonista le quieren cargar el mochuelo por el asesinato de cierto agente secreto y se verá envuelta en una desesperada carrera para huir de la gente de la organización para la que trabajaba, ya que alguien trata de inculparla por un asesinato que no ha cometido. ¿Pero quién se ha tomado tantas molestias para orquestar todo este «sarao»?…
Eso es precisamente lo que tendrá que tratar de escalarecer la buena de Velvet en esta serie ambientada en los años 70 y que se desarrolla a lo largo de distintos países de Europa, a los que nuestra protagonista tendrá que ir desplazándose para tratar de descubrir la verdad tras ese asesinato y poder limpiar su nombre. Todo ello narrado muy al estilo Brubaker, a través del recurso de las notas mentales de la protagonista (que viene de perlas para este tipo de argumentos, al ir explicándonos todo lo que pasa por su cabeza), e intercalando algún que otro flashback con el que conoceremos ciertos detalles del pasado de esta peligrosa mujer y hechos que revelan porqué Velvet Templeton tiene esa cantidad de recursos para salir airosa de situaciones la mar de chungas.
Y si el argumento de Brubaker, con su peculiar estilo característico, no fuera ya de por sí suficiente incentivo para justificar la compra de este cómic, a eso hay que añadirle el estilazo de dibujo de Steve Epting, un superclase que ya nos deleitó los ojines a todos los frikis del mundo en la antes mencionada serie del Capi y que una vez más vuelve a hacer gala de ese trazo repleto de realismo, espectacularidad y con un buen uso de los juegos de luces y sombras.
En definitiva, Velvet 1: Antes del gran final es un muy buen cómic repleto de intrigas y de tramas de espionaje muy apto para todos los fans de Brubaker, quien sigue demostrando que hoy por hoy no hay quien le haga sombra en este tipo de argumentos. Un tomo que te deja con unas ganas locas de leer la continuación, la cual esperemos que los señores de Panini no se demoren mucho en traernos. Pues ale, lo recomiendo encarecidamente…