La gente de letras que haya visto el título del post de hoy así de refilón y hayan observado tanto símbolo de sumar, letras «x» y demás movidas se pensarán que hoy vamos a hablar de las putas ecuaciones de tercer grado o mariconadas de ese jaez. Pero no amiguitos, estando en pleno veranazo (y muchos de vosotros además de vacaciones) dejaremos las matemáticas a un lado y vamos a dedicar unas pocas palabras a esta curiosa novedad comiquera que seguramente llamará la atención de los fans de Los Vengadores y de La Patrulla-X.
Y es que a poco friki flipable que seas (principalmente de esos que cuando se emocionan con alguna cosa se empiezan a restregar contra el pico de la puerta como si fueran osos) si te enseñan una portada como la de este bonito tomo en la que salen un puñadaco de tus personajes favoritos seguramente te harán los ojos chiribitas (y si esos personajes son Vengadores y X-Men ya no te digo «ná»). Y a colación de esto he de decir que allí en la tienda pequé de todo esto que acabo de comentar y viendo solamente la portada me lo pillé sin pestañear y sin saber de qué coño iba todo este «sarao» …
Me figuro que la mayoría de vosotros seréis sabedores de que no hace mucho hemos podido disfrutar del famoso evento de los Vengadores vs X-Men en el que ambos grupos de daban de ostias cual chonis disputándose el último tanga de saldillo de las rebajas del Lidl. Pues bien, no siempre todo van a ser ostias y guantazos entre los personajes de ambos grupos, pues este tomo de V+X: Los Vengadores + La Patrulla X es algo así como un puñado de historias cortas en la que un personaje de los Vengatas comparte protagonismo con un Muti.
«¿Y qué tipo de historias son las que podremos encontrarnos?», preguntarán los más pelotas de la clase. Pues para todos los gustos y de todos los colores, como por ejemplo el Capitán América repartiendo ostias junto con Cable en la 2ª Guerra Mundial; Hulk Rojo y Lobezno luchando contra una amenaza del futuro; La Viuda Negra y Pícara enfrentándose a Los Centinelas; Iron Man, Kitty Pryde y Lockheed haciendo frente al Nido; Pantera Negra y Tormenta cruzando sus caminos de nuevo; Gambito y Ojo de Halcón fijando objetivos comunes o Spiderman y La Bestia viéndoselas con un grupo de zombies…
A este respecto merece la pena comentar el hecho de que toda esta sucesión de historias cortas son de nula tracendencia, pues en pocas páginas veremos cómo dos personajes (uno de cada grupo) comparten protagonismo y despachan rapidito a la amenaza de turno. Y la sensación que me ha quedado tras su lectura es que quizás con una fórmula distinta (en la que cada número narrara uno de estos encuentros y se desarrollara un poco más la historia o la forma de encontrarse de los personajes), a lo mejor me habría cautivado más, pero todo este cúmulo de historias tan cortas narradas en tan pocas páginas y con argumentos tan simplones creo que no justifica el desembolso de 11€.
Y eso que entre los nombres del equipo creativo hay artistas archiconocidos por todos los frikis del mundillo, entre los cuales destacan algunos como Dan Slott, Jeph Loeb, Peter David y Jason Aaron y otros como Ron Garney, Dale Keown, Pasqual Ferry y Billy Tan (de naranja o de limón). Pero insisto una vez más en que a pesar de haber artistas de este nivel usando a personajes como son los Vengatas o los X-Men me ha resultado un tomo la mar de prescindible y apto únicamente para completistas acérrimos y devotos de estos personajes que lleven estampitas de sus héroes en la cartera.
En definitiva, la lectura de V+X: Los Vengadores + La Patrulla X no ha acabado ni mucho menos de convencerme a pesar de lo tantísimo que me gustan todos estos personajes y la admiración que tengo por algunos de los artistas que por aquí pululan. Insisto en que algunas de estas historias parecen pensadas por los distintos guionistas mientras esperaban la cola del estanco para comprar el bonobus o mientras lo daban todo en el WC tras un momento de apretón. Y es que a mí dame un crossover en condiciones con un argumento currado y con amenazas chungas de por medio y no estas historias con malos de opereta que sirven únicamente para lucimiento de los héroes de turno.