Hoy voy a comentar una miniserie que salió hace ya algunos añitos, que me encontré el otro día por mi comicteca y que creo que me voy a releer en breve (al fin y al cabo son sólo 9 números que se leen casi del tirón). La verdad es que si algo caracterizaba a esta miniserie es que estaba protagonizada por personajes totalmente nuevos, por lo que entre sus páginas no vamos a encontrar a los sempiternos mutantes que están omnipresentes en casi todos los títulos mutis. Y es que esta serie partía de la premisa de que algunos mutantes tienen la creencia de que la mejor forma de defender sus derechos, su libertad y su igualdad es a través del terrorismo y realizando todo tipo de atentados contra la humanidad que tanto les odia (de ahí su famoso grito de «Revolución. No evolución»). Sin duda alguna, los números más destacables de esta colección son los seis primeros, pues se centran en el reclutamiento de dos miembros por parte de la hermandad. Uno de estos personajes se llamaba Asher (el típico prigando de instituto a quien nadie toma en serio) y una niña pija llamada Malon, cuyo papaito hace lo que puede por ocultar que su hija es una mutante.
La verdad es que fue una pena que cancelaran esta serie en el número 9, aunque hay que decir que tal cancelación no se produjo por el hecho de que fuera una mala serie, ni mucho menos. Lo que produjo su cancelación fue una decisión editorial tomada tras los atentados del 11 de septiembre en Nueva York (pues no era el mejor momento para seguir publicando un cómic que tuviera un trasfondo de terrorismo y atentados). Debido a ello se nota que las líneas argumentales abiertas se cierran de forma prematura y precipitada en los 3 últimos números, acabando de esa forma con una colección que si se hubiera desarrollado por sus cauces normales hubiera prometido bastante. Si en vuestra tienda la encontráis a precio de saldillo, echadla un vistazo para comprobar lo que podría haber sido y no fue.