Siempre me he planteado la triste vida que tiene el pobre fontanero Mario. El muy triste debe estar hasta las pelotas de pelearse siempre con los mismos enemigos y con la familia Bowser con el mismo propósito: rescatar una y otra vez a la pedorra de la Princesa Peach. ¿Pero qué pasaría si el día menos pensado a Mario se le cruzasen los cables y se liase a repartir mamporros a diestro y siniestro? Os traemos hoy un vídeo donde podréis apreciar el terrible potencial que tiene el bigotes si un día se vuelve majareta. A mí no me gustaría cruzarme en su camino.
Cualquier día en el curro yo hago lo mismo
Si, esta semana saco mi hacha de batalla y arremeto contra todos.