Yo veo «Victorious», ¿qué pasa?…

Antes de nada he de decir que soy consciente del hecho de que con este post me van a caer hostias para parar un tren, sobre todo por parte del nunca bien ponderado Kiko y de nuestra colaboradora Almu. Seguramente el Kikales me dirá que qué coño me he «fumao» para ver esta puta mierda, y la buena de Almu me pondrá de viejo verde «pa arriba», pero me la suda mil.

El caso es que tal y como he comentado muchas veces, las únicas cadenas que veo de la tele son Clan Tv (por Bob Esponja) y Marca Tv (por el Wrestling). En eso que el otro día acabó el episodio de Bob que estaba viendo mientras cenaba y empezó esto de Victorious, y movido por la pachorra de no tener que levantarme a por el mando me dije resignado: «¡Pufff, a ver de qué coño va esta paranoia!». Pues mire usted por dónde no se me caen los anillos por decir que desde aquel día me enganché a Victorious, ale…

La chavalería protagonista

Y ciertamente el primer sorprendido soy yo, pues las series americanas de institutos siempre me han parecido lo puto peor. Y es que todas ellas se basan en el estereotipo de un grupete de chavales con peinados reguapos, que se lo pasan de la hostia allí metidazos todo el día y a los que les espera un futuro prometedor. Resulta curiosa esta perspectiva idílica de las series ante una realidad en la que raro es el instituto americano donde a un pobre chaval no se le crucen los cables, coja una recortada y arme una escabechina del copón.

¿Ha salido el sol o es que esta muchacha ha sonreído?

El caso es que yo no sé si serán sus personajes o sus divertidos guiones que Victorious tiene algo que me resulta divertido, y hoy por hoy estoy todas las noches ahí sentadazo a las 22:00h como un gilipollas para ver esta serie. Eso sí, lo mejor es sin duda alguna su guapa protagonista (Victoria Justice), una 20 añera maja y «resalá» que le hace a uno desear tener 10 años menos y suscribirse a su club de fans, ainsss. Bueno pues eso, que yo veo Victorious y no se me caen los anillos por decirlo, joe…